Nuestro entorno está cambiando y lo hace, entre otros motivos, por nuestras acciones. Numerosos estudios demuestran que la aceleración del cambio climático está relacionada directamente con la intervención del hombre.
Como sociedad, hemos empezado a plantearnos las consecuencias que nuestro comportamiento tiene sobre los ecosistemas de la tierra. Sobre todo, nos hemos dado cuenta de que está en nuestras manos paliar esos efectos para que el futuro en la tierra sea viable.
El sector del Data no es ajeno a estos cambios. El llamado Green Computing (Tecnologías verdes) es una tendencia que busca fomentar en las empresas el uso eficiente de recursos IT, acorde con la concienciación social, pero sin olvidar el beneficio económico.
Las tecnologías cloud también se suman a este movimiento, pero la apuesta debe ser ambiciosa. La nube ofrece muchas ventajas y formas de ahorro, pero es necesario un compromiso que incluya la utilización de fuentes de energía renovables.
Y, aunque la organización Greenpeace afirma que los proveedores de servicios en la nube consumen grandes cantidades de energía, las grandes compañías del sector ya trabajan con objetivos de llegar a 2030 con políticas de un uso exclusivo de energías limpias, ahorro del agua y reaprovechamiento de residuos, entre otros.
Así que, apostar por tecnologías en la nube comprometidas con el uso de energías limpias, asegura un ahorro energético a largo plazo en organizaciones como la tuya, cuya actividad necesita una gestión eficiente de los datos.
Tal vez nunca te lo has planteado o tal vez no sabes por dónde empezar. No te preocupes, aquí van unas pistas.
Para empezar, no pierdas de vista los beneficios:
Tus clientes esperan que te posiciones como una empresa comprometida con el medio ambiente, además te diferencia de la competencia.
Mejoras tu imagen de marca, transmitiendo valores acordes con una tendencia actual y muy importante.
Ahorro de costes, gracias a la optimización de las infraestructuras físicas y una automatización de los servicios en la nube, hasta el 65% del consumo energético según estudio de Accenture.